En la actualidad los "finaos" se siguen celebrando en los medios rurales en medio de la música de las parrandas y buen vino.
Es una tradición que se mantiene viva en muchos rincones si bien ha ido variando con el paso del tiempo.
Desde obras de teatro, música de parrandas hasta el asado de castañas y piñas, permiten en noches como esta recordar a los seres queridos que ya no están presentes.
Unos recuerdan a sus seres queridos acudiendo a los cementerios de Canarias sin embargo, antiguamente ese recuerdo se hacía en las casas.
En algunos lugares se salía a la calle y la celebración superaba el ámbito de la familia trasladando el rito a la calle con los ranchos de ánimas, que rondaban el pueblo o el barrio, según se tratase.
En otros pueblos aún hay quien va rondando por las casas y recogiendo alguna ayuda económica que se antiguamente permitía encargar una misa por los difuntos del pueblo.
Una fiesta ha ido adquiriendo una mayor participación de los más jóvenes que le han otorgado un carácter lúdico-popular.