El Tenerife se pareció poco al de otras ocasiones, pero sí incomodó mucho a una Ponferradina que pisaba área pero sin excesiva claridad. De hecho, salvo un disparo de Juanjo que Roberto desvió a corner, las mejores ocasiones de la primera parte fueron para los visitantes: un magnífico centro de Salva Ruiz que Aridane cabecea inexplicablemente fuera, y un golazo de Ayoze a pase de Chechu que el linier anuló por un fuera de juego más que dudoso. Así, una jornada más, y van nueve, los de Cervera llegaban al descanso con empate a cero.
El descanso no sirvió a Claudio Barragán para dar claridad a su equipo, que seguía llegando al área del Tenerife a trompicones. De un trompicón se rehízo a la perfección Ayoze Pérez para lograr su tercer gol del año en el 58'. Kike Rivero ve su posición y el canterano, aunque pisa el balón, regatea y engancha un disparo que entra en la portería tras tocar en el palo, a diferencia de lo que sucedió en la jornada anterior.
Que la suerte había cambiado para el Tenerife se demostró poco después, cuando Roberto, el larguero y el palo evitaron el empate.
Y así, por azar, cambió el guión que los blanquiazules parecían condenados a repetir y, por una vez, se aprovechó del factor suerte para puntuar, por primera vez, lejos del Heliodoro.