A pesar de no ser una carrera propiamente dicha, ya que se define como prueba no competitiva, cada año existe más competición y la competencia crece. Si el año pasado fue Ricarhd Rodríguez, del Pelotón Tenerife, el primero en completar el desafío, en esta ocasión fue la dupla del Descendin formada por Sergio Flores y Jesús Rodríguez los primeros en llegar a meta con un tiempo de 6:19:48. Ambos, preparando el próximo campeonato de Canarias de XC; ambos, comprobando la dureza del Desafío; ambos, reconociéndola. También se subió al podio, imaginario al no ser prueba competitiva, Blas Rivero (RIU Team) con un tiempo de 6:25:23. En la distancia corta el más rápido fue David Ortega, del Bicistar Dimurol.
Como en numerosas ocasiones, los primeros en cruzar la meta se llevan un protagonismo superior. No obstante, en esta ocasión no. Todos y cada uno de los que completaron el Desafío Teide 360 (el índice de éxito llegó al 90%) merecieron un reconocimiento y lo tuvieron. Todos, con sus circunstancias. Todos, superando sus retos personales. Todos, acabando tan complicada prueba.
Tras la salida de la distancia larga en la Plaza de Vilaflor, los corredores comenzaron adentrándose en la Pista Madre del Agua, con imprescindible iluminación artificial, aunque las primeras horas del día ya se dejaban ver, dejando una estampa digna de recordar. Ya en la mañana, los participantes se internaron en la parte más alta de la carrera, llegando ya a los dominios de El Teide, comenzando por Izaña. Tras esto, el protagonista fue el Corral del Niño, cuyo descenso mostró el valle de La Orotava y Puerto de la Cruz, custodiado siempre por el Teide a lo alto. Ramón Caminero también tuvo su protagonismo, lugar en el que se colocó un esperado avituallamiento. Otro de los puntos de repostaje estuvo en Chío, al que se llegó tras el descenso por la zona de lava tan característica, ya un clásico de la carrera.
El avituallamiento de Chío era el comienzo de uno de los tramos más duros de la carrera, por asfalto, hasta llegar a la zona recreativa de Las Lajas. Los 'bikers' tuvieron que superar una notable subida por carretera en tramo abierto hasta llegar de nuevo a pista de tierra. Ya en Las Lajas el último descenso, de 15 kilómetros, esperaba a los participantes, que veían la luz al final del túnel y la meta, cerca. En Vilaflor estaba la consecución de la prueba, el fin de la carrera, el objetivo cumplido.
El Desafío Teide 360 contó con la organización de 7Raid con el apoyo del Ayuntamiento de Vilaflor de Chasna y el patrocinio principal de Vadebicis. Asimismo, colaboraron Cabildo de Tenerife, Turismo de Tenerife, Deportes del Gobierno de Canarias, Federación Insular de Ciclismo de Tenerife, Acrobat Films, Infosportapp, Coca Cola, Dorada, Fuentealta, Los Compadres, Hospitén, Ecosteel, Ireauto, Naviera Armas y La Fast.