"La compra online, la liberalización de horarios comerciales y, en general, la falta de competitividad frente a las grandes superficies están en la base de estas cifras", apunta Landaburu, que añade un dato clave: "Hay que tener siempre presente que el comercio da trabajo al 25% del total de autónomos y autónomas, así que el cierre de comercios implica la salida del mercado de trabajo o la rotación de miles de personas, con lo que eso significa para una economía que aspira a ser estable y de futuro, pero también verdaderos dramas personales", destaca Landaburu. Y añade: "El comercio de proximidad ofrece, además, un trato más especializado a sus clientes, y mejora la vida de barrios y ciudades, que se deteriora mucho cuando los comercios cierran". En definitiva, "el pequeño comercio es un factor muy importante de vida, equilibrio, seguridad y bienestar en nuestros barrios. No podemos permitir que siga esta sangría", sentencia.
Como respuesta ante esta crisis del pequeño comercio, desde UATAE se apuesta por un compromiso amplio de toda la sociedad con una doble vía de trabajo. "Por un lado, es imprescindible un plan estratégico de apoyo al pequeño comercio, que sería la parte responsabilidad de las administraciones, y, por otro, un cambio cultural: la comodidad de un clic puede tener consecuencias desastrosas que pagamos todos y todas, desde las y los trabajadores, consumidores, nuestras calles, la economía... El Gobierno debe poner en marcha ayudas para que sea más competitivo, y nosotras y nosotros usarlo", propone Landaburu, que anima a todo el mundo a comprar sus regalos de Navidad en las tiendas de barrio.
El cierre de comercios de autónomos, por comunidades autónomas
Todas las comunidades autónomas han perdido comerciantes en los últimos cuatro años. En términos absolutos, de mayor a menor pérdida: Catalunya, -7.627 (-5,88%); Galicia, -3.890 (-7,30%); Castilla y León, -3.670 (-8,00%); Comunitat Valenciana, -3.360 (-3,51%); País Vasco, -3.336 (-7,68%); Aragón, -1.807 (-8,06%); Castilla La Mancha, -1.729 (-4,59%); Andalucía, -1.540 (-1,03%); Asturias, -1.510 (-8,61%); Madrid, -961 (-1,12%); Cantabria, -859 (-8,50%); Illes Balears, -806 (-4,25%); Extremadura, -713 (-3,21%); Comunidad Foral de Navarra, -608 (-5,79%); Murcia, -475 (-1,68%); La Rioja, -425 (-6,98%); Canarias, -276 (-0.87%). Así pues, la comunidad con menor pérdida tanto absoluta como relativa es Canarias. Las ciudades autónomas también han perdido comercios de autónomos/as en los últimos cuatro años: Ceuta, -101 (-6,00%), y Melilla, -38 (-1,66%).