La viceconsejera de Industria y Energía, Francisca Luengo, ha explicado que estos expedientes llevaban seis años pendientes de autorización administrativa, pero que gracias al trabajo conjunto con la Dirección General de Protección de la Naturaleza se han podido desatascar. "Estos grupos de producción energética son suficientes para cubrir la demanda energética de cada isla", ha precisado.
El proyecto de la central eléctrica de Punta Grande, en Lanzarote, consiste en la instalación de los grupos 10, 11 y 12 de 18 MW por un valor de 47,9 millones de euros y que el de la central de Salinas, en Fuerteventura, incluye la instalación de los grupo 10 y 11 de 18 MW. Esta iniciativa supone una inversión de 31 millones.
"Con la instalación de estos grupos hay un importante avance en la modernización del sistema de generación energético, ya que se instalan equipos más eficientes y menos contaminantes", ha detallado la viceconsejera que ha insistido en que "la Consejería de Industria cumple con su compromiso con la sostenibilidad y con los ciudadanos".
Con respecto al proyecto en la central de Salinas, Luengo ha aclarado que simultáneamente a la autorización de los grupos 10 y 11 se paralizan el 1 y 2 de 4,3 MW de potencia cada uno al haber transcurrido el plazo de su vida útil. Un tercer grupo se desconectará en el momento en que se terminen de instalar los nuevos.
"La seguridad de suministro es un asunto de interés general y por tanto un objetivo prioritario del Gobierno", ha afirmado Luengo que ha añadido que con este tipo de iniciativas se mejora además del servicio a los ciudadanos la eficiencia energética de las Islas. Asimismo ha subrayado que "estos proyectos que desarrollan las infraestructuras energéticas generan un potencial de inversión y creación de empleo muy importante y que no se debe desaprovechar".