El segundo rasgo del proyecto que destacó Soledad Monzón es que un requisito indispensable para participar es que el alumnado ya juegue a los esports escogidos para esta formación. Por ese motivo, la consejera indicó que "este proyecto no fomenta que los alumnos y alumnas se inicien en los videojuegos, ni descubran una afición que no forme ya parte de su realidad".
En tercer lugar, "lo fundamental y en lo que Canarias aporta una novedad, es que nosotros hemos pensado en el uso que hace el alumnado de esta tecnología y hemos diseñado todo un proyecto educativo, para que puedan disfrutar de su pasatiempo favorito con los menores riesgos posibles, a diferencia de los cientos de campeonatos, ligas, encuentros y demás acciones relacionados con los videojuegos que organizan y apoyan cada año ayuntamientos, cabildos, otras comunidades autónomas y el propio Estado".
En este sentido, la consejera consideró "incongruente" la posición de la mayor parte de la oposición parlamentaria y enumeró todas las actuaciones que impulsan el PP, el PSOE, Nueva Canarias y Podemos para impulsar la industria del videojuego con dinero público "mientras critican el único proyecto sólido de formación sobre el uso responsable de los videojuegos que se ha planteado en España y que es el de Canarias".