El pasado 23 de enero, la titular de este departamento autonómico mantuvo un encuentro en Madrid con la ministra de Educación, Isabel Celaá, y con sus homólogos y homólogas del resto de comunidades autónomas, para conocer los aspecto más destacados de esta ley, que se prevé que entre en vigor en septiembre y se aplique, por tanto, durante el curso 2020-2021.
Durante la reunión con los sindicatos, que tuvo lugar en la sede de la consejería en Santa Cruz de Tenerife, la consejera pidió la colaboración de los sindicatos para informar sobre la necesidad de dicha reforma legislativa y de sus cambios más importantes, que como comentó Guerra afectan a ámbitos como la Formación Profesional, área en la que se promueve una enseñanza modular y más flexible, al tiempo que se potencia la formación semipresencial y online, así como la enseñanza de adultos y el reconocimiento de la experiencia profesional.
La consejera también se refirió a la apuesta de la nueva ley por la Educación Infantil de 0 a 3 años, " que se generaliza como etapa educativa y pasa a ser consideraba como fundamental en el desarrollo del alumnado", y la educación inclusiva. También se repasaron asuntos en los que incide la norma, como la formación inicial docente, es decir, el acceso a la actividad docente, y el apoyo al profesorado a través de la reducción de la carga burocrática y del acceso a herramientas y recursos para abordar las necesidades actuales y retos de futuro, y los cambios en la asignatura de Religión, que pasará a ser de carácter voluntario y su nota no computará para la media a efectos académicos.
Los representantes de algunos de los sindicatos presentes expresaron su respaldo a dicha reforma educativa pero cuestionaron la "urgencia" con la que, en su opinión, se va a llevar a cabo. Todas las organizaciones sindicales agradecieron a la consejera la convocatoria de este encuentro y le solicitaron que no fuera el último, petición ante la cual, Guerra se ha comprometido a mantener reuniones periódicas de carácter monográfico.