"Por suerte logramos cogerla y trasladarla al centro veterinario para que pudieran valorar la gravedad de las heridas y de su estado".
AYOSA tenía una cuerda incrustada en su cuello desde hacía bastante tiempo, no sabemos si quisieron ahorcarla, que le produjo heridas de consideración y de las que aún no sabemos cómo aún sigue con vida.
Esta podenca, aparentemente joven aunque bastante avejentada por el maltrato sufrido, se encuentra recuperándose en el Refugio APANOT Tenerife en Icod de los Vinos. Por suerte, el pronostico veterinario es favorable y las heridas irán curando bajo un tratamiento y unos cuidados específicos. "Cuando esté recuperada, formará parte de nuestra plantilla para comenzar a buscar una mejor vida con una familia que quiera adoptarla".
AYOSA es uno de los tantos podencos abandonados y maltratados que hay ahora mismo vagando por los montes o esperando una segunda tras las rejas de una jaula en los refugios.
"Creemos que esto debería enseñarse y seguir haciendo eco de estas atrocidades para poder modificar la Ley de Protección Animal".