"En este punto de la respuesta a la emergencia, es fundamental restablecer la provisión de servicios sanitarios básicos en las comunidades afectadas, como la vacunación infantil", explica el doctor Luo Dapeng, representante de la OMS en Papúa Nueva Guinea. "Seguiremos trabajando estrechamente con el NDOH, las Autoridades Provinciales de Salud y nuestros aliados para responder a estos riesgos y prevenir una emergencia secundaria derivada de los brotes de enfermedades".
Karen Allen, representante de UNICEF en Papúa Nueva Guinea, asegura que la situación actual para los niños y las familias es el perfecto caldo de cultivo para una emergencia causada por brotes de enfermedades.
"Estamos realmente preocupados porque la mayoría de niños de las zonas afectadas no están vacunados", asegura Allen. "Y ahora que viven en refugios masificados con unas condiciones higiénicas deficientes, un agua limpia insuficiente y muy poco conocimiento sobre cómo protegerse a sí mismos, los niños son mucho más vulnerables frente a las enfermedades, incluidas las prevenibles y las transmitidas a través del agua".
El terremoto del 26 de febrero, de magnitud 7,5, y sus cientos de réplicas, han causado graves daños a cerca del 65% de las instalaciones sanitarias de Hela y las Tierras Altas del Sur. Aproximadamente el 13% de estas infraestructuras siguen cerradas. Sin embargo, la mayoría de centros sanitarios que han reabierto solo pueden atender emergencias. El gobierno estima que 270.000 personas necesitan ayuda urgentemente; 125.000 de ellas son niños, de los cuales 55.000 son menores de cinco años.
UNICEF y la OMS están dando apoyo al gobierno para poner en marcha una campaña de inmunización contra el sarampión y la rubeola entre niños menores de cinco años que se encuentran en las zonas afectadas por el terremoto, y reducir así el riesgo de posibles brotes. Además, se van a proporcionar suministros médicos básicos y medicinas esenciales para mujeres embarazadas y recién nacidos. Solo unos días después de los terremotos, UNICEF distribuyó vacunas a las comunidades afectadas para proteger a unos 31.700 niños contra el sarampión, la rubeola, la tos ferina, la neumonía y la tuberculosis.
En las Tierras Altas del Sur, la Autoridad de Salud Provincial, con apoyo de la OMS, ha enviado nueve equipos móviles por helicóptero para vacunar a los niños de los asentamientos remotos en los llamados centros de atención. La OMS ha dado también apoyo en las Tierras Altas del Sur y en Hela estableciendo un Centro de Operaciones de Emergencia de Salud e instalado sistemas de vigilancia para detectar informes de enfermedades inusuales. Las autoridades sanitarias locales y los miembros de la comunidad han sido formados para responder rápidamente a brotes de enfermedades.
UNICEF y la OMS están también ampliando sus esfuerzos para mejorar en las comunidades afectadas el sistema de agua y saneamiento y los hábitos de higiene. Se han distribuido kits de higiene y tabletas para purificar el agua, y se están construyendo letrinas de pozo y depósitos para recoger agua. Además, los niños realizan actividades de promoción de la higiene en los refugios temporales y en los espacios amigos de la infancia para aprender a protegerse a sí mismos.
Acerca de UNICEF
UNICEF promueve los derechos y el bienestar de todos los niños y niñas en todo lo que hacemos. Junto a nuestros aliados, trabajamos en 190 países y territorios para transformar este compromiso en acciones prácticas, centrando especialmente nuestros esfuerzos en llegar a los niños más vulnerables y excluidos para el beneficio de todos los niños, en todas partes.