El acto continúo con una ofrenda floral en memoria de las víctimas gitanas del 'Porrajmos', el intento de la Alemania y Austria nazi de exterminar a la mayoría de los pueblos gitanos de Europa como parte del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial y en el que asesinaron a unas 700.000 personas. Y como cierre del acto, la bandera fue izada como símbolo de su transnacionalidad y de concordia intercultural mientras sonaba su bello himno.
La bandera gitana es verde y azul, en representación del campo y el cielo, con una rueda de carro roja que representa el camino desde la India y la libertad. El himno gitano, Gelem, gelem (anduve, anduve), fue compuesto por el músico serbio romaní Jarko Jovanovic y recuerda a los gitanos y gitanas víctimas del nazismo.
En Canarias la presencia del pueblo gitano se remonta al siglo XV pero es a partir de 1.950 cuando se intensifican las migraciones desde el sur de la Península y las primeras familias gitanas comenzaron a empadronarse en las Islas.
Actualmente se barajan cifras dispares sobre el número de residentes, aunque según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del año 2016, oscila entre las 1.500 y 3.000 personas, en su mayoría en Gran Canaria, con una estimación de 500 personas sobre todo en el municipio de Ingenio, Tenerife y Lanzarote.
El pueblo gitano es la minoría cultural más antigua y numerosa de Europa, con unos 13 millones de romaníes europeos. Su presencia en la Península Ibérica data de 1425 y su historia está marcada por la atrocidad, el genocidio y la barbarie.
Solo en España entre 1499 y 1783 se promulgaron más de 250 providencias antigitanas y destacó el intento de exterminio del 31 de julio de 1749, la llamada "Gran redada". En España no disfrutaron de plena ciudadanía hasta la aprobación de la Constitución de 1978.