Pablo Rodríguez señaló: "Me enorgullece recordar que la ciudadanía de la capital grancanaria se volcó con el suceso. El trabajo de los canarios fue de tal magnitud que se recibió hacia la población numerosos agradecimientos y condecoraciones. Lo cierto es que la identidad canaria guarda un carácter no solo afable, amable y abierto, sino también solidario, generoso y caritativo y de ello se dio muestra en el suceso".
Al mismo tiempo, el también consejero de Obras Públicas y Transportes subrayó que el suceso se establece como la mayor catástrofe marítima ocurrida en el Archipiélago hasta la fecha y que debemos recordarlo "en homenaje a las víctimas y como muestra de respeto y pésame a sus familiares". En esta línea, Pablo Rodríguez felicitó a los miembros de la Asociación de Coleccionistas Marítimos por impulsar el acto y agradeció el trabajo realizado.
El buque, que hacía escala en Gran Canaria, procedía de Buenos Aires y tenía como destino la ciudad de Génova. Asimismo, los pasajeros eran en su mayoría emigrantes italianos que regresaban a su país y al respecto, Pablo Rodríguez puntualizó: "La emigración vivida en la época era tremendamente difícil. Debemos resaltar la valía y coraje de estas personas".