"Siguiendo las recomendaciones estamos procediendo a la creación de espacios separados con el único objetivo de proteger a los/as residentes y estar preparados ante un posible contagio. Para ello hemos habilitado la planta baja del inmueble, separada del resto de zonas comunes", constataba el alcalde, Dámaso Arencibia Lantigua.
Unos cambios que ya están trabajando con los propios residentes explicando las nuevas medidas y su aplicación. "Queremos transmitirles tranquilidad y ánimo porque en muchos casos los cambios son complicados para ellos y ellas, y queremos hacerlo con el mayor cariño posible", añadía Arencibia.
La Orden establece, además, el protocolo que debe seguirse con cada residente, según los síntomas que muestre: desde el que presente infección respiratoria aguda leve, que deberá ser aislado del resto de residentes, hasta el aislamiento por cohortes, en el caso de que haya más de un residente con infección confirmada por COVID-19.
"Continuamos trabajando con la mayor dedicación y cariño posible para atender a nuestros mayores y preparándonos para todos los escenarios que se puedan plantear", concluía el alcalde que remarcaba la estrecha colaboración que se mantiene con los servicios sociosanitarios del Cabildo de la isla y los familiares de los/as residentes".