Un aspecto que afecta de forma importante a los pacientes renales es la disminución de su capacidad física diaria conforme avanza la permanencia en hemodiálisis. Por este motivo, resulta determinante en el cuidado del paciente renal proporcionar una adecuada rehabilitación física de cara a preservar su capacidad funcional y evitar la dependencia.
En las últimas décadas, se han publicado varios estudios acerca de los diversos programas de ejercicio físico en los pacientes renales en hemodiálisis, mostrando, la gran mayoría de estos, efectos beneficiosos del ejercicio tanto a nivel fisiológico, como funcional o psicológico.
Por este motivo, el centro hospitalario ha considerado importante evaluar la fuerza muscular, la capacidad funcional y la calidad de vida relacionada con la salud tras la introducción de un programa de ejercicio físico de baja intensidad adaptado en los pacientes, con la finalidad de que el efecto adverso de la terapia sustitutiva renal sobre el tejido muscular en estos pacientes sea el menor posible.
El programa de ejercicio físico intradiálisis es supervisado por el personal de Enfermería y dirigido por el Servicio de Rehabilitación del centro hospitalario. Se realiza en la primera hora de la sesión de hemodiálisis dos veces por semana.
Ejercicios adaptados
Previamente a la primera sesión, todos los pacientes habrán realizado una serie de pruebas y tests para verificar que son aptos para poder realizar los ejercicios. Todos los ejercicios son adaptados a cada paciente según su complejidad, dependencia y comorbilidad asociada y se ajustan a la posición que el paciente tiene durante la sesión de hemodiálisis, intentando realizar el mayor número de repeticiones posibles y variedad de ejercicios, a fin de evitar la monotonía y mantener una motivación constante a lo largo del estudio.