"Esta literatura de la memoria, cultivada sin reserva después de haber recorrido o residido en todos los territorios insulares del archipiélago, lo lleva a identificarse con todas las islas, a quererlas con la sutileza y la pasión de un buen amante y a necesitarlas con la aspiración latente de un hijo que emprendió una prolífica ruta por el periodismo y la literatura de la que nos sentimos orgullosas", afirmó.
A juicio de la presidenta, este viaje literario, "más que cumplir un cometido, transmite una idea primordial: la fuerza de Canarias reside también en el amor que inspira". "Juan Cruz nos emociona con el contenido de su obra, con la historia, el paisaje y la gente que se van juntando, haciendo una fusión viva", señaló. "Como nos dice el autor, la fuerza de Canarias reside en su misterio, en la lejanía, en el carácter mismo del archipiélago, en la condición humana de los insulares", añadió.
Por su parte, Juan Cruz explicó que su obra es un libro que "está hecho con sentimientos y con mucho camino". "Yo no lo he escrito para describir paisajes, para interpretar himnos de batallas contra el invasor", apuntó el autor, para quien la vida consiste en "inspiraciones sucesivas". En este sentido, añadió que las personas son su principal inspiración, "el ser humano con su cambiante tragedia, con su a veces difícil o arrestada felicidad". "La vida es un interrogatorio perpetuo que uno se hace en el espejo; gracias a que existen los otros, uno mismo es algo", dijo.
Tras afirmar que en su 'Viaje a las Islas Canarias' "no hay nada inventado", Cruz desveló que este libro está escrito "por un niño canario que, siendo adulto, gracias a la escritura y gracias a este viaje, ha visto devuelta la ilusión de haber conocido todas las islas en una sola: la de cada persona que hoy puede leer esta obra como si fuera una carta al emigrante que también soy".