Los padres del ciclista italiano fallecido en Gran Canaria hace tres años, no aceptan la resolución del Juzgado de San Bartolomé de Tirajana, que absuelve al conductor contrario, basándose únicamente en un informe erróneo de la Guardia Civil. La familia reclama la presencia del único testigo en el juicio de apelación y la reconstrucción del siniestro en el lugar exacto donde se produjo el siniestro.
El joven italiano, Fabio Polato, visitaba la isla de Gran Canaria para la práctica de su deporte de pasión: el ciclismo. Era el 6 de enero de 2012 cuando su familia, procedente de Villafranca de Verona, Italia, recibió la noticia de que su hijo único había fallecido, bajo circunstancias poco claras.
Fabio fue arrollado por un autobús local mientras circulaba dentro de un túnel en el municipio de Mogán. El conductor del autobús dijo que en ningún momento ha visto el ciclista y que solamente se percató del incidente porque escuchó un ruido.
Detrás del autobús circulaba un taxi que sí, lo vio, teniendo que hacer una maniobra para evitar colisionar con él. El conductor del taxi y único testigo, nunca se presentó en el juzgado, a pesar de estar citado por el juzgado.
El juicio se celebró el 11 de marzo del año pasado envuelto en mucha polémica. La sentencia absolvió al conductor y dio por probado que el lugar dónde fue atropellado el ciclista tenía visibilidad nula y que el conductor llevaba las luces reglamentarias encendidas, porque lo decía el informe de la Guardia Civil. No obstante, los padres de Fabio no aceptan esta decisión y señalan que es totalmente incongruente que la visibilidad fuese nula si el vehículo hubiese llevado las luces encendidas.
La familia recurre ahora a la Dirección General de Tráfico para que autorice la interrupción de la circulación en el lugar exacto donde su hijo fue atropellado – la vía GC-500, en el municipio de Mogán.
Esta petición había sido denegada antes por el juzgado de San Bartolomé de Tirajana y por propia la Jefatura Provincial de Tráfico de las Palmas. Sin embargo, la Guardia Civil de Gran Canaria había colaborado con la parte contraria, los abogados de defensa del conductor, permitiendo que se interrumpiese la circulación en el túnel de Mogán, sin cualquier tipo de permiso del juzgado o de la Jefatura.
Renzo Polato, el padre de Fabio, comenta que "después del dolor por la pérdida improvisada de mi hijo de sólo 36 años y después de haber estado muchas veces en el tunel del accidente tenemos la certeza de ser victimas de una injusticia".
Añade aún, "en el juzgado asistí a un espectáculo inimaginable, digno de un País incivil, nada de Europa. Había que cerrar cuanto antes el caso y echarle toda la culpa al extranjero, tutelando los intereses locales, en primer lugar la potente compañía de autobuses".