Así, la semana pasada hubo tres reuniones en las que se atendió, respectivamente, al alumnado, al personal de administración y servicios y al profesorado claustral, y en fechas próximas se mantendrán los encuentros correspondientes a estructuras universitarias como las aulas culturales, las cátedras institucionales, los institutos universitarios, los centros de estudios y los grupos de investigación, entre otros, además del Consejo Social, la Fundación General de la institución y la asociación Alumni ULL.
Además de los contenidos que puedan surgir durante estas reuniones, la Universidad de La Laguna tendrá presente lo que ya ha avanzado en esta materia: cabe recordar que cuenta con una Declaración de Política de Sostenibilidad Ambiental aprobada a comienzos de 2018, que consta de 11 líneas de actuación, y que el propio Plan de Gobierno del nuevo equipo contiene una línea de actuación específica dedicada a infraestructuras y sostenibilidad, que ya contemplaba la posibilidad de formular la declaración de emergencia climática. A ello habría que añadir el amplio conjunto de iniciativas que se están promoviendo desde distintas instancias de la comunidad universitaria.
El documento, pues, se halla todavía en sus fases iniciales de elaboración a partir de las sugerencias y propuestas realizadas desde los distintos sectores consultados y también deberá ser discutido en el seno del propio equipo de gobierno, pero se espera poder tenerlo listo en el más breve espacio de tiempo. Se confía que sirva, además de adherirse a la declaración de emergencia, para afianzar el compromiso con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el seno de la Universidad de La Laguna y, asimismo, para consolidar y visibilizar la estrategia propia de sostenibilidad del centro académico, enriquecida ahora con nuevas y valiosas aportaciones.
El "Estado de Emergencia Climática" es una iniciativa que está siendo adoptada por entidades diversas de todo el mundo, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, e implica la adopción de medidas para conseguir la reducción de las emisiones de carbono y ejercer presión ante los gobiernos frente a la actual situación generalizada de crisis ambiental. En España, ya ha sido formulada por diversas Universidades: Politécnica de Cataluña (7 de mayo de 2019), Barcelona (15 de mayo de 2019) y Complutense de Madrid (7 de junio de 2019), y son muchas más instituciones académicas de todo el mundo las que se están movilizando en este sentido.