Hoy 8 de noviembre es el Día Europeo de la Juventud. No soy muy partidario de celebrar actos o iniciativas en fechas concretas, sino de realizar políticas coordinadas de Juventud que sean estables y continuadas. Pero al mismo tiempo, este día tiene servir para hacernos reflexionar sobre qué papel juega la Juventud en Europa.

No digo nada nuevo si reitero que el corazón o el motor de Europa tienen que ser nuestros jóvenes. No son solo el futuro, sino el presente. Lo que necesitan es tener la oportunidad de demostrar su enorme valía. Una cosa está clara, Europa está condenada al fracaso si no apuesta de forma decidida por la Juventud.

Desde que en 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declarara el 12 de agosto Día Internacional de la Juventud comprobamos como diferentes administraciones públicas, colectivos, asociaciones y jóvenes en general organizan actos y actividades para celebrar este día tan especial. Es cierto, el 12 de agosto es una fecha que muchas veces sirve para recordarnos, con más fuerza si cabe, que la juventud además de ser un bien preciado, se tiene que convertir en el motor que impulse nuestra economía y mejore la sociedad en la que vivimos.