Canarias es una nación sin estado, con una dependencia administrativa de la política colonialista española. Un estado que tiene vendida el alma a la influencia capitalista internacional y su mercado globalizado. Este archipiélago continúa amarrado, por los intereses de unos pocos burgueses, a esa dependencia foránea a la que no le interesa que progresemos de forma que podamos emanciparnos. Eso es lo único que justifica que nuestro proceso de autodeterminación e independencia se haya atascado en el tiempo y los vacíos de ciertos discursos nacionalistas que nada tienen que ver con los trabajadores y trabajadoras de este Pueblo.
Según los datos trimestrales de la EPA, en Canarias aumentó casi un 6% el paro desde el primer trimestre de 2011 hasta el mismo de 2013. Mientras tanto el Producto Interior Bruto se ha incrementado hasta un 1,7% en el mismo periodo. O sea que alguien se está llevando de esta tierra más que antes, en plena crisis. Mientras que cada vez más Canarios aumentamos el número de personas sin recursos o en riesgo de exclusión social.
La solución es cambiar el modelo económico y fiscal del archipiélago. Cosa harto difícil con la dependencia administrativa actual. Por eso, está claro que el primer paso es reclamar y asumir todas las competencias, sin que ello signifique renunciar al encuentro de la soberanía nacional. Lo segundo es hacer ese camino en la senda del reparto de la riqueza, para que Canarias goce de una igualdad social que comprometa a sus ciudadanos y los haga partícipes de los presupuestos y la política local.
Todo ello me lleva a pensar que no hay referente de futuro en ese Parlamento, en el que sobra demagogia y sólo nos lleva a buscar símiles en aquello de que "son como Dios y la policía, que está en todos lados, pero siempre llega tarde..". Estamos necesitando otra política; otros partidos; otras formas: otra gente al frente.
Pedro González Cánovas
(Miembro de ANC)