Sin duda, los mismos resultarán más restrictivos que los actuales, ya que será menor la previsión de ingresos debido a los efectos y duración en el tiempo de la actual crisis económica (y vamos dos seguidas) y también por las consecuencias de la insensible e irresponsable política de recortes que ha iniciado el Gobierno de España, que no parece que vaya a acabar con lo ya recortado.

En este sentido, aportamos como sugerencia al Gobierno que incorpore como técnica de presupuestación la emplearización del Presupuesto de Gastos del año que viene, esto es, se proceda para las nuevas cuentas a la identificación del empleo asociado para cada uno de los programas, conceptos y subconceptos que lo componen. Más claro, que sepamos cuánto empleo hay detrás de cada partida y de cada actuación pública, incluyendo el empleo directo y el empleo indirecto, en la unidad de medida que se elija (número de empleos, horas de trabajo, rutas,....).

Para esto, cualquier equipo de economistas del Gobierno de Canarias (que los tiene, y muy buenos) puede realizar la metodología y el cálculo. ¿Qué se consigue con esto? Además de para conocer el impacto que tienen efectivamente los Presupuestos sobre el empleo total, esta herramienta es de especial utilidad en los actuales momentos en los que coinciden en el tiempo unos presupuestos públicos muy restrictivos, con una reducida capacidad para intervenir en los ciclos económicos, y la situación de elevadísima tasa de desempleo que estamos sufriendo, de más del treinta por ciento (tres de cada diez canarios en edad y disposición de trabajar, no tiene empleo).

De este modo, se priorizarían las partidas y programas que, dentro y detrás de los mismos, hay un mayor empleo, tanto público como privado, tanto directo como indirecto, ya que ésta y no otra es la auténtica prioridad de las islas en este momento, por encima de compromisos políticos para la ejecución de una obra o un determinado proyecto inversor, que se hicieron en una coyuntura social, económica y ambiental muy distinta. Este instrumento tiene sus límites y sus errores, hay que reconocerlo.

Así, podría parecer que es bueno el empleo generado por las acciones para extinguir un incendio (como los que vivimos en años anteriores) o un programa para la eliminación de vertidos de petróleo sobre las costas canarias procedentes de prospecciones petrolíferas cercanas, por ejemplo, cuando en realidad son pérdidas en el bienestar y en la riqueza de todos los canarios que de alguna manera se intentan paliar. A pesar de estas limitaciones, esta técnica sí tiene la virtud de poner de manifiesto el verdadero compromiso que las políticas públicas del Gobierno de Canarias para el año que viene vayan a tener con el mantenimiento y la creación de empleo.

Eduardo Medina Peñate

Economista