Uno de los descubridores de estos extraños pulsos, Emily Petroff de la Universidad de Swinburne, ha afirmado que: "No tenemos idea de lo que está pasando, pero sabemos que definitivamente es algo interesante".
Estas emisiones de radio FRB, fueron detectadas por primera vez en 2007, y suelen darse de manera temporal y aleatoriamente, lo que dificulta mucho su estudio, por lo que aún no tenemos ni idea qué las produce.
Lo único que saben los científicos con certeza, es que estas señales provienen de miles de millones de años luz más allá de la Vía Láctea, y podría tener su origen en estrellas que chocan o ser mensajes artificiales creados por seres inteligentes. El tiempo nos dará las respuestas.
Ángel M.R.S.