Los peores resultados se han dado en la construcción (donde más ha bajado el coste laboral) y en la hostelería (donde menos se cobra directamente). Todo esto choca frontalmente con los beneficios de las grandes empresas que han crecido este año un 13%. Luego nos cuenta el Gobierno del Partido Popular que "estamos saliendo de la crisis". Se nota que para ellos sólo cuentan los datos del Ibex35, los referidos al pueblo llano... "ya, si tal", que diría Mariano Rajoy...
Como viene siendo habitual, los sueldos más altos (¿o deberíamos decir menos bajos?) corresponden al País Vasco junto con Madrid, superando en 400 € la media nacional, mientras que los salarios más miserientos siguen siendo los de Extremadura y Canarias a más de 300 € por debajo de la media.
Todo ello en un Estado Español donde uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza o exclusión social según denuncia Save the Children. Un país con una altísima tasa de desempleo (a pesar de las bonitas palabras del Gobierno) que afecta a 4.320.800 personas, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Un país donde casi 3,7 millones de trabajadores cobra menos de 300 € al mes gracias a las políticas de empleo de la Ministra del ramo, Fátima Báñez, y a la Reforma Laboral impuesta por su Gobierno, donde basta con estar contratado un par de horas a la semana para no figurar como desempleado. O simplemente con estar haciendo un curso de formación para desempleados dejas de figurar en las listas del paro.
Centrándonos en Canarias, en estos días se ha presentado el informe "Desigualdad, pobreza y cohesión social en Canarias" realizado por investigadores de la Universidad de La Laguna, bajo "encargo" del Comisionado de Inclusión Social y Lucha Contra la Pobreza, Néstor Hernández...
Entre las conclusiones hablan de una "pobreza cronificada" en Canarias debido, entre otras cosas, a las especificidades del tejido empresarial canario: "Una elevada cobertura de puestos estructurales o permanentes con contratos temporales, una baja apuesta por la formación y el capital humano y una tendencia a la minimización de los costes laborales, incluidos los salariales"...
Los empleos de baja cualificación son casi la norma en las islas, y ello, unido a las pésimas condiciones "impuestas" gracias a la Reforma Laboral, como ya dijimos antes, hacen que una buena parte de los ocupados canarios estén en situación de riesgo de pobreza.
Es evidente que hay que realizar reformas profundas en todo el tejido estructural. La solución no pasa por "poner parches" (algo a lo que se ha acostumbrado el Gobierno Canario hace tiempo con su "apuesta" por los convenios temporales), ni por las políticas que sólo benefician al gran empresario y que tanto gustan al Partido Popular. No pasa por ese fomento de la temporalidad en que parecen estar empeñados ni por "confundir" reducción de jornada laboral con conciliación familiar (algo que sólo fomenta el riesgo de pobreza estructural)...
Si nuestros gobernantes a nivel estatal y regional no saben (o no les interesa) hacer reformas que realmente provoquen un cambio estructural de arriba a abajo sería conveniente que cediesen el paso a quienes sí estén decididos a apostar por la ciudadanía y el bien común. De lo contrario no saldremos nunca del pozo sin fondo en que nos han metido...
Angel Rivero García
