Esta ha sido, tristemente, la crónica de una muerte anunciada. Y ahora recurrir al ya se lo avisamos resulta aún mas doloroso por su inoperancia y dejadez. Ahora, si quiere, puede volver a repetir que son solo hechos aislados como dijo en el Senado sin avergonzarse. Pero eso si, cuando lo haga, tenga el valor de mirar a la cara a la familia del compañero fallecido.
Desde AEGC volvemos a decírselo, hoy ha sido un policía local, pero mañana puede ser cualquier otro miembro de las FCSE o un ciudadano que pasee tranquilamente por la ciudad. Y como ya ha podido comprobar no es imposible que eso suceda en esta comarca en la que se ha permitido que reine la ley del narco y del contrabandista por no poner a disposición de los policías los medios materiales y humanos para combatir esta lacra social.
En el Campo de Gibraltar se han invertido los valores sociales, teniendo estos delincuentes un apoyo social impensable en una sociedad democrática, como ya ocurrió en su momento en Galicia con los capos de la droga.
Al final señor ministro hoy tenemos que dar el pésame a una familia y tenemos que hacerlo por su falta de interés y dejación de funciones, con la gravedad que sus actos acaban de costar la vida de un compañero. Desde AEGC esperamos que este luctuoso hecho sirva para que de una vez por todas vea la magnitud del problema al que cada día nos enfrentamos y de una vez por todas tome conciencia de la necesidad de erradicar drásticamente este tipo de delincuencia organizada. Desde la experiencia volvemos a exigirle, más dureza en las penas que terminen con la impunidad, más medios materiales y personales, no sólo policiales, sino también en los juzgados.

Agrupación Española de Guardias Civiles