Publicidad
Los cazadores quieren seguir cazando, los animales viviendo
Hace unos días pude ver a través de los medios de comunicación una manifestación de cazadores muy molestos con la existencia de un sector de la población, cada vez más grande, que opina que la caza es un asesinato, que los animales son seres vivos que sienten, que hay que respetarlos y no matarlos, y que la actividad cinegética debería prohibirse. A groso modo se podría decir que estaban molestos con aquellas personas que tienen una forma de pensar muy diferente a las suyas.
¿Merecen los animales nuestro respeto?
Pienso firmemente que sí. Y para poner un ejemplo de mi convencimiento explico aquí un hecho, de entre los muchos ejemplos que podrían ponerse, el cual tuve la ocasión de ver hace unos días en un reportaje de televisión, y que me movió profundamente. Se trataba de un pequeño animalito de tan sólo dos centímetros, concretamente una rana, la cual me demostró la gran sensibilidad que incluso estas especies pueden llegar a tener, pues consiguió salvar a infinidad de pequeñas ranitas que estaban a punto de perecer en una charca al sol. Sin embargo la pequeña rana con gran esfuerzo fue trasladando una a una en su lomo, hasta depositar a todas en la copa de un gran árbol, cuyas grandes hojas habían acumulado agua suficiente como para cobijarlas.
Retorno a las servilletas de tela y a la talega del pan
Me gustaría hacer extensible este articulo a todos mis conciudadanos, quienes al igual que yo seguro que empezamos a hacernos conscientes del enorme problema que tiene la sociedad actual con respecto al plástico, ya sea en bolsas, garrafas, botellas y mil artículos más de uso cotidiano. Un material que nos está invadiendo inexorablemente sin darnos cuenta.