Pues con esa partícula gramatical podríamos hacer un entretenido juego de palabras para pasar el rato, perdón, y descubriremos algo así como Bar-Rabás, para darle un toque bíblico a esta crónica y que dice que el pueblo llano prefirió indultar a un presidiario que a Jesús de Nazareth; o Bar-Tolín, que fue concejal de su pueblo y que se auto secuestró antes del advenimiento del teléfono móvil; o Bar-rio Sésamo que era la frase del cuento de Alí Babá y los cuarenta ladrones (una casualidad) o Bar-Ro o Bar-rio y otras excrecencias tan de actualidad.
Y, mucho antes, me suena el nombre de un tal Naseiro que, oh, también fue el responsable del dinero del partido que gobierna la sucursal sureña de los bárbaros angelicales del norte. Ambos ex cargos están sueltos como si nada. Tal vez no sirvan para un reciclaje. O sí, para la empresa privada que se dedique a cazar talentos (...) como demuestra que se haya fichado a doña Esperanza La Guirre que es liberal con la boca pequeña porque los años no pasan en balde. Es lista como una tea, algo indefinible, que ya no está como nuestro hombre serio que acumuló hasta veinte millones (hay que repetirlo, camaradas) de euros, controlando la compra de votos y la golfería que desde que se inventó el negocio, es lo que doma voluntades. Hasta la fecha.
O sea, dos puntos- filipinos-, y coma en ese bar que también es reclamo rentable en cierto modo. Lo que nos da pié para decir que el tal Bárcenas, Naseiro y Bartolín (...) son golfos presuntos, o viceversa. Y lo que queda.
Monólogo premonitorio: es posible que La Guirre y Rubalcaba tengan un pacto secreto ante el panorama que vislumbran. Ellos se matan solos, dicen ambos. Vamos a esperar y ver lo que nos depara el futuro que ya está ahí, ¿verdad Alfredo?, si. Al rey lo dejamos aparte que también su majestad se cae con frecuencia, aunque ahora no es el momento, ¿verdad Espe?, si. La alcaldesa y el presidentes de esta nuestra comunidad están vetados para la política y, reitero, están al caer. Nos esperan tiempos apasionantes, ¿verdad Rubi?, yes. Pues nada, yo pago la penúltima y nos vamos, ¿te parece?, ¡claro, bobito!, tengo que ir a cazar talentos en el cementerio de elefantes o en los barrios de la periferia, dónde soy pero que muy votada, ¿lo captas?, si. Y yo me paso por la sede, dice don Alfredo, a ver si mis asesores sacan la cuenta, en pesetas, de lo que don Luis (Bárcenas) gestionó como el responsable del dinero de tus ex colegas. Si. Hasta mañana si dios quiere, muá, muá. Y se van, disfrazados de mendigos en busca del coche blindado.
Bar: cenas, bautizos, comuniones, comidas de empresa, bodas, etc.
Bar-Cenas, un hombre serio. Un ejemplo a seguir que se ha seguido.
Juan José Dorta