Leamos, pues, un panfleto demagógico que es una dualidad brutal (como el doble pivote) y que reza de esta guisa: la religión, todas las religiones han causado más muertos que el diluvio universal. La fe, ese esoterismo, refrena el libre pensamiento y hace anti personas (como las minas, tan inocuas). La Inquisición fue lo que Spaña siempre quiso ser y que ahora apunta a un recobrar las esencias patrias (Suiza, maletas, cuentas y la Guardia Suiza, aparte) y que dejó hasta la fecha páginas negras en que los ultra religiosos – católicos – mataron a herejes o sospechosos, marcando estilo en forma de aparatos de tormento que aún pueden verse en exposiciones itinerantes y que demuestran la imaginación y, sobre todo, el amor al prójimo. Y acabamos este párrafo insurrecto con el recuerdo de don Fernando VII el deseado, pariente de los borbones reinantes hoy en día y la familia Borja (Borgia) de origen levantisco (...) y que tuvo de todo: desde ninfómanas hasta papas, otro dúo generoso. Y punto, no vale la pena revolver la historia..
¿Quién será el sucesor de Benedicto XVI...? nadie lo sabe, salvo los ciento diecisiete (...) cardenales que votarán hasta la extenuación bajo los frescos (...) casi divinos de la capilla sextina, bien desayunados, mejor comidos y revestidos de púrpura que -a lo mejor – provienen de la cochinilla, ese bicho que se exportó desde Canarias como si de un tomate (otro rojillo) se tratare o tratase. No es lo mismo – dice un nini – el voto de un príncipe de la iglesia que el mío, mío, mío....., y sale un humo negro que disgusta a las barras bravas que esperan anhelantes en la plaza de San Pedro, hasta que sube al cielo la fogata blanca y la multitud aplaude entusiasmada, habemus papam. Y se hace la felicidad total. El espíritu santo nunca se equivoca.
Y poco ha cambiado el ritual y la misión desde hace dos mil trece años, lo anterior no cuenta; bueno, el calzado sí, nada que ver con las sandalias del pescador, ya que los zapatos de los papas son de marca, ojo, y rojos tal vez más de la cuenta. Aunque es posible que se elija a un papa negro porque en ese África están afiliando a demasiados infieles o a un sudamericano, para pararle los pies a los pseudorevolucionarios que osan plantarle cara a nuestros hermanos de ese norte. Un asiático no pega ahora y mientras existan lamas no hay peligro. Sus feligreses son de poca comida y mientras mediten, están entretenidos todo el santo día.
¿Un italiano?, puede ser. Ahí esta nuestro caro Silvio para hacerle la campaña intramuros. Todo cuadra. Y es que estamos eligiendo al representante (...) de dios en este planeta. ¿Más pasta, monseñor?, no, no...todavía estoy repitiendo el aperitivo de media mañana. Bueno.....y que sea lo que dios quiera, camarada, chao, hasta la colación o cena, verbigracia.
Y sale el nuevo papa al balcón después de haber aceptado el cargo y con el nombre que eligió, que puede ser pío o casto, que bendice radiante con su nuevo uniforme sencillo, ante la masa entregada que ya le llama santidad.
Y que venga mundo, dice un cardenal.