A esta ínclita señora, que no tengo el honor de conocer personalmente, no se le debería poner tanto interés, pues con su pluma demuestra un "periodismo" sensacionalista, cómico, de imaginación vacua, mente obtusa y no menos oportunista. Esta pobre, tanto tiempo viéndolas venir –según me cuentan, ya pasa inadvertida por Farray, el Tiramisú y por tantos otros sitios donde se arrejuntan progres, relamidos y estrafalarios– estéril de algún ingenio intelectual que despierte el interés público del letrado pueblo canario, aparece ahora, como los guirres a la carroña, para saciarse del luctuoso acontecimiento del compatriota Antonio Cubillo y sin el más mínimo pudor. Creo que una de las pocas verdades que ha dicho Lorenzo Olarte en su vida, es que "de Antonio Cubillo se han aprovechado muchos". ¡Qué importante ha sido nuestro líder!, ¡y lo será más!... al tiempo, que hasta la más rancia plumífera se abre paso hacia la notoriedad y el protagonismo inventando una historieta ramplona, carente de sentido y rigor, esperando no sé qué palmadita en la espalda, quizás un piropo de Martín Villa o un abrazo de Olarte. No entiendo cómo una periodista, denominada por los babosos como de alto calibre, pierde las pruebas documentales de un atentado que califica de terrorista y ni siquiera se acuerda del nombre del confesor del acto. Eso sí, ataca al movimiento independentista tratándolo de lumpen –claro está que busca la provocación para que se hable de ella– y ni una condena pública para los terroristas de estado, sistema con el que, lógicamente, se siente muy cómoda y agradecida... incluso habla de transición política: ¡tanto tiempo en la profesión para no enterarse sino de los chismorreos!, es lo único que veo en lo que acabo de leer.
"No diré el nombre de mi entrevistado porque no lo sé con exactitud y aunque lo supiera no lo diría porque desconozco si su delito ha prescrito" "El desespero de aquella mujer me impactó tanto que de un cajón donde tenía guardada celosamente la entrevista, cinta y fotos, saqué el material y se lo di" "Debía ser un sábado cuando le entregué la entrevista a Betancor Brito y quedamos en verla y desde luego publicar esa exclusiva". Estas son algunas de sus frases, además aprovechando que los muertos no hablan. Parece muy casta, íntegra, y demuestra no ser chivata. Pudiera ser que le venga de familia, según me ha "chismorreado" un amigo, longevo él, el padre y el tío de Marisol trabajaron en el periódico "La Falange". No la culpo por ello, aunque de la familia siempre queda algún rejo; mi padre fue independentista y comunista, y a mí se me ha quedado casi todo. En lo que sí estoy de acuerdo con ella es que no se le debe llamar hija de puta a nadie, como lo han hecho en el facebook. Lo digo porque yo profeso un gran respeto por las putas corpóreas, pero jamás por las furcias intelectualoides que se venden al sistema corrupto español, ofreciéndose en la postura pornográfica más ruin, lesione los intereses del pueblo canario o no.
Me consta que ella y algún hermano –que sí conocí personalmente echando piscos en "Ca´ Noño" y que con algunas copas de más emulaba al propio Antonio Cubillo– se dedican al canarismo de souvenir, que es el adoctrinamiento pátrido más eficaz para seguir enterrando a este desgraciado pueblo en la ignorancia colonialista, labor por la que cobran y colaboran servilmente. En fin, ¿qué se le va a hacer a esta pléyade que se entrega a los corruptos y defiende la tiranía combatiendo el derecho a la libertad de los pueblos, a su independencia y su soberanía? Hay que seguir adelante como lo hizo el prócer Antonio Cubillo hasta la hora de su muerte. Cubillo será el personaje más importante de la historia de Canarias, y estos carrancios, medradores, se extinguirán en el olvido porque sólo nacieron para comer, cagar y arrastrarse.
