Todos estamos de acuerdo con las mejoras, pero siempre que no sean ni caprichosas ni innecesarias ni improvisadas.
Jesús Manuel Díaz Lorente
En Arrecife llevamos meses sufriendo unas obras cuyo fin no se vislumbra y que están terminando con la paciencia de muchos vecinos y con razón.
Estas obras son fruto de la improvisación y quizá de ciertos intereses. Su falta de planificación es de tal calibre que algunos comercios se han visto obligados a echar la persiana. Lo único que causan son molestias de todo tipo y desesperación a los ciudadanos.
Todos estamos de acuerdo con las mejoras, pero siempre que no sean ni caprichosas ni innecesarias ni improvisadas.
Jesús Manuel Díaz Lorente