Y si no lo veo me cuesta creerlo. Porque es que supera a cualquier rifa de un cochino y un garrafón que subasta la comisión de fiestas de cualquiera de nuestras infinitas fiestas; inclusive, Chago Melián y Benavente son tenores y castos divos al lado de esta cantera. O sea : una desvergüenza más. Y es que ni afinan, ni bailan ni cantan. Y no han escuchado, jamás, música. Sordas / os como cajones, que diría un clásico de nuestra lengua.
Como si fuera poco el analfabetismo del mundo del folclore, parrandiando, la clave o los revoltosos y las sesudas tesis de don Elphidio, contemplo lo que he citado, que, resumiendo, es reiterar en el ridículo: mucho inglés, demasiado aerobic supuestamente ritmico y absoluta falta de autoestima, empezando por sus padres o parejas que les permiten salir en la tele.
Y las ratitas presumidas y los ratoncitos de laboratorio gritan al oír a la portavoz que pasa a la segunda fase (...) sin haber culminado la primera. Así es la vida. Porque el cromosoma del oído es indefinible y se tiene o no. Y el ritmo es más enrevesado aún. Pero no, ellas y ellos quieren salir en la tele. Y salen.
Y, encima, es una copia – otra más – de anteriores concursos que nada descubrieron, salvo nuestra mediocridad. Lo peor es que aquí hay músicos verdaderos, los que se esfuerzan día a día en superarse y esos no salen en la tele ni falta que les hace, de momento. Tal vez se vendan al turismo (...) que desde que se descubrió muestra la música más infame a los magos extranjeros que todavía nos visitan. El hombre orquesta, por ejemplo o el grupo apócrifo que lleva más de treinta años tocando y cantando la misma isa e igual malagueña, matando madres y glorificando a la gaita. O a la virgen del Pilar que no quiere ser francesa.
La Televisión Canaria, ese obsceno ente que pagamos todos es la culpable, dado que el casting había que empezar a practicarlo con sus dirigentes: Willy, verbigracia. Y después, si pasan la primera fase que lo dudo, hablamos. Punto. La Memoria Silenciada la dan para los insomnes y es de lo poco decente que emiten. Y es que hubo un adelanto de este concurso – aparte de muerte súbita - , en el que la juventud quería ser como Pepe y si era y fue así y nadie, que yo sepa, está cantando en tiempo y forma: un fracaso, es lógico (...) que estemos hablando de lo que hablamos.
Es un asunto menor en comparación con lo que está pasando, pero ayuda a entender el camino que desarmamos entre todos. Antes y ahora. La música es mucho más serio que el casting, que el jurado y el resto del equipo. Un poquito de vergüenza no es mucho pedir.
Creo.
