La maldad de las ideologías no tiene fronteras, mientras jefes de Estados/Gobiernos de izquierda despotrican, por ejemplo, del estilo de vida americano, "The american lifestyle", concretan todo tipo de relaciones comerciales con sus supuestos enemigos. En Venezuela, tras la quiebra de Pdvsa por corrupción y desidia, fue el petróleo de Putin quien sustituyó el petróleo venezolano en Estados Unidos. Mientras Chávez despotricaba de los gringos, crecían las importaciones estadounidenses de todo tipo a ese país caribeño y (mientras Pdvsa pudo) surtió de petróleo al gigante norteño. Así, la cleptómana izquierda socialista de Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil y demás, criticaban los gobiernos de Clinton, Obama y Trump incrementaban los intercambios de todo tipo con los Estados Unidos... y con la Europa capitalista.
China, "archirrival" de EEUU, prácticamente depende en lo comercial de ese mercado y viceversa. En líneas generales, lo ideológico es un ardid cazabobos a lo interno de las naciones, al final es lo económico (lo pragmático) lo que determina las decisiones de los gobiernos y su incidencia en el bienestar social. El mejor ejemplo son los nórdicos, quienes desecharon las ideologías políticas hace décadas y hoy son la región del planeta con mejor estilo de vida. A pesar de la existencia de la terminología "izquierda y derecha" es solo nominal, en la práctica la vida política se desarrolla atendiendo la realidad, por ejemplo: Prestan atención al mejor manejo de los impuestos, la salud, la educación, la previsión del futuro, el ambiente, pensiones, entre otros aspectos de importancia palpable. Allá los presidentes (primeros ministros) si van en bus, usan hospitales públicos, dependen del sueldo, etc.
La práctica nos enseña a que mientras más alejado esté una sociedad de las ideologías mayor es su bienestar, mientras más cercana es, peor le va.
Lic. Leandro Rodríguez Linárez
Politólogo
@leandrotango