Sus trabajos despertaron grandes esperanzas en todo el planeta.
Sin embargo la oligarquía tuvo miedo de perder privilegios
y la miopía al otro lado del telón de acero propia más bien
de occidente a la que ya estamos acostumbrados
no supo apoyar al 100% el proyecto de apertura
social, económica y otros.
Ni tampoco la base social, el pueblo
supo tener una altura de miras y estar
preparado para entender el proceso
que se puso en marcha.
Persona de fondo y de muy buenas intenciones,
un humanista, un valiente, un hombre con coraje
que supo reventar el supuesto imperio en un
momento decisivo.
No podemos seguir mirando a las personas en cuanto a los
errores que cometieron porque todos lo hacemos, quien diga
que no comete errores es alguien que no vive en este mundo,
así que debemos de honrar su figura, como la de un soldado
de la paz , un humanista y ojalá locos como Putin aprendieran
algo de su legado aunque fuera solo un 1% y los imbéciles
de las cúpulas europeas occidentales pudieran captar algo de
lo que hizo pues no estuvieron a la altura ni parece que hoy
los estadistas del momento tampoco le llegan ni a la horma del
zapato.
Jesús Antonio Fernández Olmedo.