El beneficio a toda costa, el mercantilismo exacerbado y el descontrol de un sistema ideado para esclavizarnos, cómo fabricando una crisis financiera ficticia a base de demonizar algo tan normal como "el déficit" o la inversión corriente de los Estados en algo tan poco rentable para el "Panzer-kampfwagen" franco-alemán como es la gente, la sociedad y el progreso de los pueblos. Una política de austeridad artificiosa de la derecha liberal más execrable y siniestra en décadas, basada en recortes salvajes al bienestar general que enmascara las ansias por privatizar, desestatificar y desnaturalizar incluso los servicios esenciales, cómo: dejando morir lo público, asfixiando por defenestración presupuestaria incluso servicios básicos como la salud, la educación y la justicia.
Invertir en el progreso desde el propio Estado -que recordemos sacó a EE.UU del la crisis económica del 29- y controlar el sistema financiero, regulando, suprimiendo y legislando a tanto especulador, tanta multinacional incontrolada y tanto desequilibrio social entre el trabajo, el esfuerzo y los derechos generales de la gran mayoría -educación, sanidad, igualdad de oportunidades, dignidad...- y entre los usureros del destino ajeno, los traficantes de la voluntad popular y las rapaces del dinero público, a base de intervenciones obscenas para salvar un sistema fracasado inventado, impuesto y sobrevivido por ellos mismos y cuyos mayores valedores son la derecha neoliberal representada por Sarkozy, Merkel y ahora también el ínclito Mariano Rajoy, que han puesto de rodillas a gobiernos enteros, parlamentos democráticos y a toda la sociedad europea; humillados, usurpados y saqueados ante la dictadura económica e inmoral que marcan desde los mercados y desde el más absoluto desprecio a la dignidad humana. Saltándose las líneas rojas, empobreciéndonos a marchas forzadas, desreglando los derechos generales para el saqueo final: la mayor estafa jamás contada, la mayor malversación de lo público y la mayor mutilación al derecho común: la defenestración consciente y útil del estado del bienestar.
Y la esperanza empieza este domingo allende de los Pirineos, consignas programáticas desde la izquierda que han convencido a los más jóvenes: esos que cambiarán el mundo y nuestro destino: "que paguen los bancos y los ricos la salida de la crisis", "la defensa a ultranza del Estado de bienestar", "lo público siempre antes que lo privado: nacionalizaciones de empresas privatizadas", "mejora de sueldos y contratos para jóvenes: salario mínimo de 1.700 euros", ir pasito a pasito hacia una VI República social, laica, participativa y ecológica. ¿Les suena?, sí el 15M toma las riendas, pese a la manipulación mediática, el cainismo facha de algunos y la burla calculada de muchos: primero caerá Sarkozy, luego doña hormigón Merkel y más pronto que tarde esta política desequilibrada y demente, de la doble moral, del PP en España.
Esa es la única esperanza que nos queda a Europa entera, ese último hálito de utopía que viene de Francia. Y pese a la tirria anquilosada que les tengo a los irritantes "franchutes", no tengo otra que mostrar mi absoluta reverencia: ¡Vive la France!