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Eugenio Fernández
URL del sitio web: http://canarias24horas.com/"Integridad territorial de España"
Es una cuestión innegable que los pueblos tienen el derecho inalienable de ordenar sus vidas sin injerencias ni imposiciones foráneas; es decir, de constituirse en entidades o agrupaciones independientes y soberanas. Esta afirmación no debería ser discutida y constituir un axioma respetado por todos. Asumirlo así, sin acritud, recelos ni animadversión, sería una muestra incuestionable de la sensatez humana; un signo claro de que nuestra civilización, después de largos y sanguinarios períodos de invasiones, conquistas, imperialismos y dominios, ha alcanzado la madurez para vivir pacíficamente, respetando las diferencias ajenas. Llegar a ese estadio supondría la desaparición —por innecesarios— de los ejércitos. Pero esa desaparición, hasta el presente, sigue siendo una entelequia, y los países no solo suprimen los ejércitos, sino que los rearman y rearman a otros, haciendo pingües negocios que enmascaran bajo colosales monumentos de hipocresía.
"Los cazadores"
La noche había caído sobre los cerros; también, en el llano. El hombre permanece echado al borde del camino, pasado el recodo; junto al arroyo. Fatigado; bajo un cielo de nubes claras, estáticas.
"El cronista herreño"
La labor creativa de Don Carlos Quintero Reboso (Valverde, 1926) no mengua. El 24 de agosto del pasado mes, en el salón de Plenos del Cabildo de El Hierro, presentó ante un público expectante y numeroso su última obra: "Historias del pueblo herreño", tomo III, que relata las vicisitudes acaecidas durante la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, el golpe de Estado —cuyo fracaso derivó en Guerra Civil— y los años posteriores, circunscritas al ámbito de esta isla.
“Títulos y tratamientos”
Desde tiempos antiguos, tan antiguos que la memoria se torna borrosa, el ser humano, para sustentar la autoridad y el poder sobre sus congéneres, pensó que si se rodeaba de un halo divino sería, no solo respetado, sino temido y obedecido, y su dominio sería firme y duradero.
"Ricos y pobres"
En los últimos días, en el revuelto patio de nuestra España invertebrada, dos noticias me han llamado la atención.
"La okupa"
Me quedé observando a la mujer. Llenaba unas garrafas con agua de un surtidor que el ayuntamiento había instalado en la zona del barranco de Santos. Cuando terminó, las colocó en un carrito de la compra y echó a andar. En ese momento, confluyeron nuestras miradas. Compuso una sonrisa y se detuvo. Me acerqué.
"Popurrí herreño"
Hay ciertos asuntos de importancia capital que, a pesar del siglo en que vivimos, siguen sin resolverse satisfactoriamente, ocasionando perjuicios sociales y quebrantos económicos a las personas que los padecen. Me refiero, en concreto, a las comunicaciones marítimas que enlazan El Hierro con Tenerife.
"Monarquía"
Nos enteramos, y muchos con ruboroso asombro, de alguna que otra andanza extra oficial del Rey de España. A cuenta gotas.
"Informes meteorológicos"
El viento golpea la tejavana de hojalata y un ritmo de acordes frenéticos e interminables, como si sonara bajo un tablao en noche oscura, desciende sobre el surtidor del arrabal. Negros jirones de bruma surgen a intervalos y mojan el pavimento resquebrajado.
"Tatuajes"
Tras una inmersión de más de una hora, alcancé la superficie del agua, justo al lado de una escalerilla corroída por el salitre.
O, eso me pareció.
Durante unos momentos me quedé absorto y confuso al topar con una formación de cuatro o cinco helicópteros de combate bombardeando las posiciones de los cerros que se alineaban sobre un cielo polvoriento. Los proyectiles cortaban el aire, silentes, y formaban caliginosos hongos de pólvora que se arracimaban y se ensanchaban hacia el horizonte sombrío. La sangre refulgía reseca sobre los pechos desnudos, sobre los uniformes, sobre las culatas destrozadas.