Todo esto nos llega a través de las redes sociales y los medios de comunicación y, a menudo, nos sentimos obligados a expresar nuestras opiniones sobre estos asuntos.
En el ritmo frenético de la información, las noticias falsas y verdaderas se mezclan, lo que a menudo obliga a las organizaciones de salud a hacer declaraciones públicas y aclarar mentiras e inventos generalizados. En medio de este bombardeo de información, es esencial identificar que no todas las mentiras «inocentes» son tan inocentes.
La ciencia es esencialmente cambio. Algo que se demostró ayer, puede que no funcione mañana y, si es así, es precisamente porque la ciencia siempre está evolucionando, superándose y descubriendo nuevos pasos en una escalada de la construcción colectiva del conocimiento.
Los grupos negacionistas aprovechan esta situación dinámica e implantan la idea de que la ciencia no es confiable, que no vale la pena seguirla, porque hoy te dicen algo y mañana eso cambia.
La ciencia debe ser un ejemplo para la sociedad, siendo transparente y ética en su accionar.
Jesús Antonio Fernández Olmedo