Lo trágico de todo esto fueron los hechos de corrupción que a través de esa cofradía internacional se gestaron, como "Panamá Paper" y "Odebrecht", además del espíritu retencionista de poder que animó a estos presidentes modificar sus constituciones nacionales para intentar perpetuarse malignamente en el poder, mellar la democracia. Un caso icónico fue el de Evo Morales quien en 2019 dio un golpe de Estado al irrespetar la Constitución Boliviana, la decisión de un referéndum consultivo y una sentencia del TSJ, al postularse para una cuarta reelección, lo que produjo episodios violentos que provocaron su dimisión e ilegal huida del país.
En 2021 el modelo es otro, la quiebra de PDVSA por corrupción y desidia, la petrolera venezolana, ya no permite el financiamiento de las demás economías, solo el de las candidaturas. La izquierda de hoy intenta llegar al poder utilizando la violencia de calle como en Chile, Colombia, Estados Unidos, entre otros países entre los que no escapan los europeos, como en España, manipulan sectores sociales como los ambientalistas, de género, gremiales, separatistas, etc. a fin de llegar al poder, realizar constituyentes, consagrar legalmente un modelo político que les permita centralizar y retener el poder perpetuamente.
Nos atrevemos avizorar que Perú, el último experimento de este neo socialismo sin recursos, será el que durará menos. Poco tiempo transcurrirá para que los peruanos se den cuenta del error que cometieron y ojalá, posteriormente, también se den cuenta que las ideologías en la política son armas de autodestrucción masiva. @leandrotango
Leandro Rodríguez Linárez
Politólogo