Es verdad que hace 20 y 30 años, los seguidores de la plantilla rojiblanca no daban por válida una rendición antes de tiempo, que el Atlético de Madrid siempre tenía que estar bregando por el primer puesto. Luego, la cosa podía salir mejor o peor, pero al menos se veía a un conjunto que no temía en las grandes citas. Hoy, en cambio, es tratar de ganar el derbi de la capital al Real Madrid, y es que equipo no da pie con bola, siempre habrá un motivo para que acabe perdiendo la contienda (y así ya van veintitantos derbis entre Liga y Copa).

Podemos convenir que, a día de hoy, el Atlético dispone de un buen 11 titular, e incluso en algunos aspectos, excelente, pero es mirar al banquillo y caerse el alma a los pies. El peor reserva del Real Madrid es casi tan bueno como cualquiera de las estrellas de la plantilla rojiblanca, tal y como se demostró en el último derbi. Por eso, pensar en una victoria colchonera en la final de la Copa del Rey que se celebrará dentro de unas horas no parece que sea una empresa factible.

Pese a todo, siempre hay lugar para la sorpresa, por cuestión de probabilidad algún día puede ser que el Atlético de Madrid dé la de cal y acabe por derrotar a los merengue3s. Está claro que la idiosincrasia de la entidad del Manzanares es llegar a la cumbre en las situaciones más extremas y pegar el petardazo cuando más sencillo parece todo. Sin embargo, como atlético que ya ha vivido prácticamente de todo, apuesten por una nueva derrota frente a las huestes merengues.

Juan Antonio Alonso Velarde