Y es que esta muchachada de Podemos tiene una alergia innata a los medios de comunicación que no les baila el agua. Ellos creyeron que bastaba con salir a los medios para insultar a la casta y pedirle explicaciones a todo quisqui. Sin embargo, cuando ha sido a ellos a quienes les han pedido que rindan cuentas de sus presuntos escándalos, entonces miran hacia otro lado, huyen o, directamente, amenazan con los juzgados para evitar que se hable de sus corruptelas.
Lo peor de todo es que a veces cuelan estos mensajes por debajo de la mesa y logran clavársela a periodistas con gran trayectoria. Ellos, los de Podemos, son unos acreditados maestros en el arte de almibarar las palabras para camuflar sus verdaderas intenciones.
Pero en cuanto rascas un poco, sale lo que sale, gente adicta al chavismo, al régimen iraní y, sobre todo, amiguetes a muerte de la banda terrorista ETA. Ellos no condenan los atentados y si lo hacen siempre saldrá el sacrosanto 'pero' o justificación de determinados asesinatos. Por eso odian con todas sus entrañas a quienes apostamos por una prensa libre y que denuncia las mangancias de unos y de otros, las de la casta y las de la nueva casta que son ellos mismos, los de Podemos.
Juan Antonio Alonso Velarde