Y claro que nosotros no vamos a entrar en eso, ni de coña, pero no es menos cierto que ya en el año 2008 advertíamos desde esta web que era un disparate que en ese tramo de la zona de Guajara se encontrara regulada la velocidad de los coches a 30 Km/h mientras al tranvía, incluso en bajada que es como se produjo el atropello, se le regulaba nada menos que a 50 Km/h porque está claro que ante cualquier parada de emergencia no hay dios capaz de parar esas 40 toneladas en una distancia de seguridad razonable. No hay quien lo entienda porque a un coche o a una guagua, en todo caso, se le puede dar un volantazo para evitar matar a alguien, pero con el tranvía no hay tu tía independientemente de la posible intencionalidad de la víctima.
Pero ya les digo yo que sobre este asunto, al igual que sobre la disparatada secuencia de los semáforos que nos ponen en peligro a todos, no hay nada que rascar porque aquí manda Metropolitano y no hay juez ni fiscal en esta Isla -de los medios de comunicación u oposición política mejor ni hablar- con lo que hay que tener para llegar al fondo de la cuestión en esta retahíla de accidentes del tranvía que ya empieza a contar con víctimas mortales en su haber. Tanto es así que hace unas semanas que miles de conductores, entre los que desgraciadamente me encuentro, tuvimos que presenciar durante horas (cerca de cuatro) el espectáculo de los restos de una señora que presuntamente se lanzó sobre la TF-1 desde un puente de Candelaria sin que ninguno de los al menos veinte agentes de la Guardia Civil tuviera siquiera el gesto humano de tapar aquellos restos con algo (el accidente fue a las seis y media y a las ocho y media que pasé yo aquello estaba tal cual) lo cual contrasta bastante, ya se los digo yo, con lo ocurrido hoy con el tranvía donde en una hora ya no quedaba ni rastro de lo ocurrido cuando el trastorno y el atasco en la TF-1 fue verdaderamente descomunal. Pero Metropolitano es mucho Metropolitano y había mucha prisa por borrar cualquier rastro de lo ocurrido y seguir con el negocio. Vamos, que el muerto al hoyo y el vivo al bollo, como aclara el refranero popular tan acertadamente también en este caso que por eso, entre otras cosas, es por lo que nadie va a tocar la disparatada velocidad a la que va ese tranvía por zonas urbanas (eso no es un cercanías y ante cualquier despiste te lleva por delante y punto) o a mejorar la visibilidad de esas rotondas o la criminal secuencia de los semáforos.
Todavía no habían retirado a la infortunada señora de los raíles y ya había veredicto sobre las circunstancias del atropello
Las guaguas volvieron a rescatar a los usuarios pero nadie dice a qué líneas de TITSA le quitaron los vehículos con el correspondiente trastorno para los usuarios, de segunda, de la compañía pública de guaguas que tampoco tiene inconveniente alguno en dejar tirados a sus usuarios para atender a los de Metropolitano. Como para mear y no echar ni gota, como no han dejado paradas de guaguas que coincidan con las del tranvía a los viajeros los recogen y los dejan las guaguas en cualquier parte en contra de cualquier normativa.