Las grandes patronales del fútbol han llegado a corromper tanto al deporte
del balompié que han llegado al más extremo de lo que podría
ser la destrucción total de la esencia futbolística , esta
se llama Qatar.
Se calcula que unos 6.500 trabajadores han perdido la vida en la construcción
de los estadios allí. Pero lo que importa no son las vidas humanas
ni un país que no respeta los derechos humanos un ápice sino
las ganancias multimillonarias.
Por supuesto el gobierno qatarí no permite el derecho de huelga de los
trabajadores.
El fútbol entra en unos lares en donde se celebrará la copa del mundo
donde las mujeres no pueden enseñar sus piernas, ni los homosexuales
besarse y claramente tendrá el acceso prohibido a los estadios.
Incumplimiento de contratos, trabajadores trabajando en condiciones
extremas para que tu te diviertas viendo después esos partidos
en donde la cadena de sufrimientos ha corrido así como
la sobra de la muerte por sus campos de hectáreas.
Si, bajo los cimientos de estos campos de fútbol hay seres muertos
que los ha matado un sistema económico perverso.
Así que desde estas letras se invita a la reflexión sobre
que compartimos, que vemos, que apoyamos,
y que es lo que "nos gusta".
Jesús Antonio Fernández Olmedo